– Geleitwort zu den Biographien – Europa, hast du es besser ?
– I do not believe that you can go far if you start by denying or opposing the past.« (Pablo Veron)
Julio y Francisco de Caro Aunque la música de la orquesta de Caro rara vez se escucha en las milongas, los de Caro fueron, en su época, increíblemente populares y muy influyentes. El padre de los hermanos de Caro había sido director de la Academia de Música del Teatro Scala de Milán. Cuando el padre se enteró de que sus hijos, en lugar de dedicarse a la música clásica, querían tocar ese extraño tango de las clases bajas, los echó de la casa familiar. Tal vez los hijos querían demostrarle que la música del tango podía ser tan compleja como la clásica, y llevarla a un nivel superior. Los músicos debían practicar muchísimo para dominar los complejos arreglos (si los comparamos con los de otras orquestas de la época). La orquesta de los de Caro introdujo varias técnicas de interpretación nuevas, que luego serían adoptadas por otros conjuntos.
Roberto Firpo Tras Canaro, Firpo fue el director de orquesta con más grabaciones (según M. Lavocah, más de 2000, de las cuales la mayor parte fueron realizadas con la técnica de grabación acústica). Realizó su primera grabación en 1913 con Odeon-Nacional, poco después de ganar un premio en un concurso. Entre sus composiciones más conocidas están Alma de bohemio, El amanecer y Fuegos artificiales. Con Firpo, el piano se convirtió en el instrumento principal del tango. Alrededor de 1913, se añadió el contrabajo, que acompañaba rítmicamente al piano. Esto dio paso al Sexteto típico: piano, contrabajo, dos violines y dos bandoneones. Esta evolución instrumental hizo que los conjuntos de tango que antes incluían flauta y guitarra ya no fueran tan ágiles, pues se veían obligados a tocar en lugares con piano. El tango, que en sus inicios era visto como música de los arrabales, fue ganando terreno en la ciudad. Firpo, quien fue un innovador en los primeros tiempos del tango con gran éxito comercial, fue superado por los nuevos desarrollos del género. Hoy en día, es raro escuchar sus grabaciones en las milongas, aunque esto también se debe a que las grabaciones más interesantes de su orquesta son escasas en CD, mientras que las grabaciones menos interesantes de cuarteto están más disponibles.
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Michael KI, junio de 2020, traducido por S.Gattas 2025
A la foto con los directores de orquesta (de izquierda a derecha):
Edgardo Donato; Carlos di Sarli; desconocido; Anibal Troilo; Julio de Caro; Osvaldo Fresedo; Ricardo Tanturi; desconocido; desconocido.
Ein Geleitwort zu den Musikerbiografien
Es difícil describir la música. Nos falta, de alguna manera, el vocabulario adecuado. En una conversación, un conocido músico (de jazz) dijo que no existe un lenguaje musical, sino que siempre trabajamos con comparaciones. Además, la música es algo subjetivo. Pero, aunque no sea fácil, intentamos hacerlo y señalar esta y aquella particularidad y característica.
De una crítica (en la que, a pesar de las muchas palabras, algunas cosas siguen siendo incomprensibles para mí): »Porque a medida que los bandoneones y los violines entran y salen del grupo instrumental en patrones finamente dispuestos, estableciendo acentos delicados, subyugando pequeños solos, retrasándose juntos o creando ondas dinámicas, cuentan la esencia de esta composición con los medios más escasos en musicalidad aérea.« **
Aus einer Besprechung (bei der mir trotz der vielen Worte einiges unverständlich bleibt): »Denn indem die Bandoneons und Geigen in fein arrangierten Mustern aus der Instrumentalgruppe ein- und aussteigen, filigrane Akzente setzen, winzigkleine Soli unterjubeln, gemeinsam verzögern oder dynamische Wellen gestalten, erzählen sie mit knappsten Mitteln in luftiger Musikalität das Wesen dieser Komposition.« **
Después de mucho pensar y hacer varias suposiciones, aún me gustaría saber qué son esos ›pequeños solos‹…? O cómo pueden los instrumentos, como el bandoneón y el violín, ›salir de la agrupación instrumental‹? Como no tengo la habilidad especial para crear frases tan raras y misteriosas, prefiero remitir a ejemplos auditivos para ilustrar el carácter musical y las particularidades de una orquesta.
Quien logre descubrir por sí mismo qué pieza u orquesta se menciona en esta descripción, ganará un fin de semana – en su casa.
He intentado limitar las biografías a lo esencial, pero al mismo tiempo contar algo característico de la vida de los músicos, para que las personas adquieran algo de vida y de carácter. Como mencioné en la introducción, la disponibilidad de fuentes no es muy buena y, lamentablemente, a menudo es contradictoria. Copiar, sin más, de reseñadores anteriores y repetir opiniones, sin cuestionar las fuentes, no me agradaba, aunque eso me habría ahorrado mucho esfuerzo y tiempo. Ya hay suficientes ‘leyendas‘ y afirmaciones que, al mirar más de cerca, resultan no ser reales. Según el lema 'quién tiene el número más grande‘, un profesor francés de musicología afirmó en 2001 que a finales de los años 40 había en Buenos Aires la cifra de 600 orquestas. Bueno, en este libro se encuentran varios errores graves. Pero esta cifra fantástica, sin embargo, siguió siendo repetida de buena fe y sin cuestionar, de modo que a través de muchas repeticiones en diferentes publicaciones, se convirtió en una leyenda casi incuestionable. »Como es bien sabido, en Buenos Aires a finales de los años 40 había 600 orquestas...«
No deberíamos simplemente aceptar cualquier número o cualquier dramatización posterior solo porque nos guste. Lo que hoy registramos, es en lo que las generaciones futuras tendrán que basarse. Lo que hoy podemos escribir basándonos en testimonios y en las fuentes disponibles, quizás ya haya desaparecido dentro de pocos años. Un amigo de Argentina me contó en febrero de 2022: »El coronavirus ha sido un desastre para la escena del tango. La gente mayor ya no viene, muchas milongas han desaparecido.«
Michael KI im März 2022
** encontrado en Tangodanza nº 2/21 p. 13
Europa – hast du es besser?
2019 hatte ich in Italien ein aufschlussreiches Gespräch mit einem älteren Tango-DJ aus Buenos Aires. Mir war bekannt, dass im Gegensatz zu Europa gewisse Orchester in Buenos Aires viel weniger gespielt werden. Und so nahm ich die Gelegenheit und fragte: »Hier in Europa ist das Orchester von Edgardo Donato sehr beliebt. Wie ist das in Buenos Aires?« – »Höchstens eine Tanda, und dann ganz am Anfang.« Ich fragte weiter nach Enrique Rodriguez, nach Alfredo de Angelis, nach Canaro und Juan d‘Arienzo, was die gängige Meinung über diese Orchester in Buenos Aires sei.
Hier in Europa ist zum Beispiel das Orchester von Enrique Rodriguez beliebt: Gute Musik, gefällig und solide arrangiert, bestens geeignet für entspanntes Tanzen. Eine grundlegende Fröhlichkeit, die aus seinen Kompositionen spricht. Seine vergnüglichen Foxtrotts, auf die man Milonga tanzen kann und die einen Abend beleben können. Ja, Rodriguez hat nicht die Komplexität eines Troilo oder das Raffinement von Caló – das will niemand bestreiten. Aber deswegen Rodriguez nicht zu spielen, kommt uns hier in Europa nicht in den Sinn. Interessant – die meisten CDs von Rodriguez kamen hier in Europa heraus (als erste die ›Otros Ritmos‹), und von hier aus gab es erst, so wurde mir gesagt, eine entsprechende Rückkopplung nach Argentinien.
Hier in Europa haben wir es meiner Meinung nach besser, weil wir unbefangener an diese Musikgattung herantreten können. Mir scheint, dass in Argentinien sich gewisse Beurteilungen festgesetzt haben, die wir hier in Europa manchmal mit Erstaunen zur Kenntnis nehmen. Ich bin nicht der Einzige, der über manch etablierte Urteile verwundert ist, man spürt diese Verwunderung auch immer wieder in den Büchern von Michael Lavocah.
In meinen Besprechungen habe ich ab und zu die Beurteilungen aus Buenos Aires zitiert, zum Beispiel die des Hofchronisten bei Todotango, Julio Nudler, bei denen ich mir manchmal verwundert die Augen gerieben habe. Zum Beispiel bei seinen Bemerkungen zum Orchester von → Ricardo Tanturi. Aber jeder meiner Leser möge anhand der Musikbeispiele sich selbst ein Urteil bilden.
Traditionalismus?
Ja, ich gebe gerne zu – ich bin jemand, der die Musik aus der Epoca de Oro besonders schätzt. Ich bewundere die grosse Vielfalt dieser Musik, die Art, wie die musikalischen Einfälle in kunstfertige Arrangements umgesetzt wurden, und wie innerhalb der Melodieführung auf äusserst geschickte Art Rhythmus erzeugt wird, und das ohne Schlagzeug oder andere gebräuchliche Rhythmusinstrumente – und dabei alles bestens tanzbar! Für mich ist das ein ausserordentlich beeindruckender Schöpfergeist. Eine musikalische Glanzleistung, die nach dem Niedergang nicht mehr erreicht worden ist.
Und ja – ich organisiere die Musik in Tandas mit Cortinas. Nicht etwa, ›weil es in Buenos Aires so gemacht wird‹, sondern weil es sich als die angenehmste Art zu tanzen herausgestellt hat. Insofern kann man mich vielleicht als ›Traditionalisten‹ bezeichnen. Aber trotzdem lehne ich das Wort ‘Traditionalist‘ ab, denn ich bin nicht jemand, der unbesehen eine ‘Tradition‘ übernimmt. Man muss nicht alles nachmachen, nur weil behauptet wird, dass ›es in Buenos Aires so gemacht wird‹. Abgesehen davon, dass sich alles erst über die Zeit entwickelt hat – Tango und wie man ihn tanzte war nie etwas Starres. Das Festschreiben einer gewissen Tradition (und das Pochen darauf) darf man immer hinterfragen – z.B. Warum gerade die Gepflogenheiten eines bestimmten Zeitabschnitts zur Tradition erhoben wurden?
Tango ohne die Wertschätzung im Ausland?
Und wieder einmal sei die Frage erlaubt, ob der Tango hätte überleben können ohne die Anerkennung im Ausland? Ist das Ansehen des Tango im eigenen Land nicht erst durch die Wertschätzung im Ausland gestiegen?
Eine weitere Anmerkung, die bereits von anderer Seite gemacht wurde: Da ist vielleicht das grösste Kulturgut, das Argentinien je hervorgebracht hat – aber wie geht es damit um? Welche Wertschätzung ist es, wenn wertvolle Schellack-Masters ohne zwingende Notwendigkeit vernichtet werden? Wurden die besten Digitalisierungen und Transfers auf CD in Argentinien gemacht? Nein, es waren zuerst japanische Sammler, die gut erhaltene Schellackplatten rechtzeitig gerettet und nach Japan gebracht und in sauberer Qualität transferiert haben. Warum sind entsprechende Projekte einer Sammlung dieses Kulturguts und deren Digitalisierung von den argentinischen Kulturbehörden nicht unterstützt worden? Die Frage sei erlaubt: Sieht Wertschätzung nicht anders aus?
Eine gewisse Distanz hat seine Vorteile. Vielleicht können wir durch diese Distanz eher erkennen, dass diese Musik etwas Besonderes ist, als wenn sie einfach so da wäre. Ja – wir lieben diese faszinierende Musik. Auf unsere Art und Weise. Es ist nicht besser, aber sicher auch nicht schlechter, wenn wir in Europa z.B. das Orchester von Edgardo Donato mehr schätzen als es in Argentinien geschätzt wird. Und die Qualität unserer Wertschätzung ist nicht unbedingt davon abhängig, ob alle wissen, dass Troilo den Vornamen Anibal (gefälligst mit einem Betonungszeichen auf dem i) und den Übernamen Pichuco hatte.
Ja – ich meine, Europa, du hast es besser. Wir können unbefangener an die Musik herangehen und sie als etwas selten Schönes wertschätzen.
Michael KI, im September 2020